La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, inauguró, el pasado 1 de julio, la nueva sede judicial de San Lorenzo de El Escorial. Se trata de un edificio que albergará cuatro Juzgados de 1ª Instancia e Instrucción y dos Juzgados de Reserva, una nueva infraestructura con la que el Gobierno regional “quiere reforzar el papel del Estado de Derecho y reivindica la labora fundamental de la Justicia, de los jueces, de los fiscales y de todos los funcionarios al servicio de la Administración”, informa la Comunidad de Madrid.

Esta nueva sede, que forma parte del Plan 21×21 de modernización de las infraestructuras judiciales de la región, ha supuesto una inversión de 8 millones de euros y dará servicio a más de 61.000 habitantes de 12 municipios: El Escorial, Colmenar del Arroyo, Colmenarejo, Fresnedillas de la Oliva, Navalagamella, Robledo de Chabela, San Lorenzo de El Escorial, Santa María de la Alameda, Valdemaqueda, Valdemorillo, Villanueva del Pardillo y Zarzalejo.

Los juzgados, de 5.069 metros cuadrados, suponen un incremento de casi 3.000 metros cuadrados respecto a la sede anterior y un ahorro económico al prescindir del alquiler existente antes. A partir de ahora, los ciudadanos tienen a su disposición en un solo edificio todos los servicios incluido el Decanato, Fiscalía, espacio para la mediación, Equipos psicosociales, despacho de forenses, sala de bodas, Juzgado de Guardia, Registro Civil y servicios auxiliares.

Proteger a los menores y las víctimas

El recinto está concebido según los criterios de accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas y también en lo que se refiere a la señalética y el lenguaje accesible. En este sentido, se contó para su diseño con la colaboración del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y con Plena Inclusión.

Esta nueva infraestructura ha sido diseñada con entradas y recorridos diferenciados, así como circulaciones restringidas, evitando en todo momento que las víctimas tengan contacto visual con los agresores.

También se ha implantado una nueva cámara Gesell, un espacio en el que se puede tomar declaración al menor en un entorno positivo, quedando su testimonio como prueba preconstituida, y evitando que la víctima tenga que volver a repetirla durante la vista oral. Se pretende de esta forma proteger muy especialmente a los menores y a las víctimas de violencia de género.