Si buscas un restaurante italiano en El Escorial, si tienes antojo de pasta artesanal -o casera, hecha a mano, que suena bastante mejor-, te apetece una deliciosa crepe, Post Fata Resurgo, en pleno centro de la noble y leal villa de El Escorial, es una maravillosa opción. Un restaurante italiano con más de una sorpresa en su carta y un servicio amable y atento ubicado donde en su día estuvo ubicada la casa de los Príncipes de Éboli. ¡Casi nada!

En la Plaza de España de El Escorial, se encuentra Post Fata Resurgo, un acogedor restaurante (trattoria, braserie) con una rica cocina mediterránea y servicio de tienda para amantes de los embutidos y delicatessen italianos. En su carta, mandan las pastas al huevo de elaboración propia y las crepes, aunque hay mucho más.

Pero antes de entrar en el menú, hablemos del local, su ubicación y la historia detrás de su nombre.

Post Fata Resurgo en El Escorial: historia

Y decimos historia porque detrás del latinajo “Post fata resurgo” hay una. Se trata de una frase común en las inscripciones romanas -y en el Renacimiento, que las modas ya se sabe que vuelven-  que viene a ser algo así como el “resurgir de las cenizas”.

La podemos leer en el propio escudo de El Escorial, está vinculada con el mito del Ave Fénix y en este caso se refiere directamente a la vivencia de los propios vecinos de la Villa y cómo resurgieron de las cenizas que la invasión francesa dejó a su paso por la localidad serrana durante la Guerra de Independencia. Vecinos que no cedieron, tras derrotar a las tropas napoleónicas, y se comprometieron en el resurgir, en la reconstrucción de su villa y destino.

El aledaño Monasterio de Prestado, la que fuera residencia del rey Felipe II mientras se construía el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial,  también “presume” de esta inscripción en recuerdo de la determinación de los escurialenses que hicieron de ésta un leal villa, tal como reconoció Fernando VII en un decreto.

No nos extendemos mucho más en el capítulo de la historia, pero al menos señalaremos que el restaurante hoy está ubicado en el lugar en el que el Príncipe de Éboli estableció su morada en El Escorial. El objetivo era estar cerca del monarca que “partía el bacalao”, y así, a finales de noviembre de 1569, adquiriría “una casa con corral y trascorral y un solar anejo” sobre el que Juan de Sevilla, maestro cantero, edificaría su casa. Poco después el monarca fallecería y serviría de posada para visitantes de alto copete. A día de hoy, aún se conservan las ruinas del edificio en el patio trasero de la propiedad. Puedes leerlo mejor en la web del propio restaurante.

Post Fata Resurgo: A comer

Post Fata Resurgo es un restaurante pequeño y acogedor. Con una zona de patio/terraza y zona interior. No quisiera equivocarme, y soy malo calculando, pero diría ofrece alrededor de 20-25 plazas para comensales, cifra similar a la que puede acoger su terraza. El espacio, con cocina a la vista, resulta agradable, y es sobre todo destacable la atención de sus responsables. En la carta,platos originales de la gastronomía mediterránea, elaborados de forma casera y en el momento” a partir de productos “frescos y de calidad”.

Tienen una selección de entrantes apetecibles. Nosotros somos de quesos, y elegimos el queso frito con mermelada, pero creo que la opción de la tabla de quesos que también nos sugirieron hubiera sido aún mejor elección. Y todo ello tras descartar el “Vitello Tonnato” (o ternero atunado) que sin duda probaremos la próxima vez.

Ensaladas: variadas y apetitosas. Hamburguesas: dos a elegir, también seductoras. Y crêpes…  siete variedades: con pato, de carrillera de ternera al vino tinto, cerdo, burrata, salmón y eneldo, pollo o vegetal (mira la carta). Pero fuimos a comer pasta -y no es nunca mi primera opción-, y nos gustó mucho. Spaguetti Carbonara y Putanesca fueron nuestra elección, pero en carta puedes encontrar también pappardelle y tagliolini.

¿Algo más? Si la pasta y las crêpes no te sedujeron puedes optar por alguna de sus otras propuestas: moussaka griega, ratatouille con polenta. O pasarte a la carne: Magret de pato (450 gr. aproximadamente según carta) con salsa de naranja al ron, o Entrecotte de vaca madura de más de 40 días (entorno al medio kilo) con patatas panadera. Si lo tuyo es el pescado -deuda pendiente-, raya a la mantequilla negra con alcaparras fritas sobre parmentier de patata.

Y por cierto, para los amantes de la cerveza, cuentan también con un interesante surtido en el que el protagonismo es para la Gabarrera y sus propuestas eco elaboradas en Becerril de la Sierra. Pero hay más…

Los postres en Post Fata Resurgo

Caseros. Y muy apetecibles. Postres elaborados con huevos y harina ecológicos. Entre las opciones disponibles: Tarta de zanahoria, tarta de limón y merengue, tarta de manzana de limón y chantillí (en otoño) y la que sin duda es una de las mejores tartas de queso que hemos probado (con el permiso de la tarta fluida de queso de El Náutico, que ojo con ella). Los cafés, de cultivo ecológico también.

¿Hemos dicho que es un restaurante italiano? También ofrecen Panna Cotta con sirope de cerezas o de arce;  Tiramisú al Marsala y Tarta de Nutella y mascarpone.

Y hasta aquí, una breve reseña de nuestro paso por «Post Fata Resurgo», en El Escorial, al que pronto volveremos.